Puede parecer una pregunta retórica, pero puede haber más razones para cambiar a autobuses eléctricos de las que se piensa. Es cierto que los objetivos climáticos y las prohibiciones reglamentarias de los motores de combustión interna son inminentes, pero el cambio a las flotas totalmente eléctricas también presenta importantes ventajas sociales y comerciales.
Si todavía estás tardando y evaluando tus opciones, aquí tienes seis datos sobre Autobuses Eléctricos que pueden inclinar la balanza…
1. Menores emisiones
Esta es la primera y más evidente ventaja de los autobuses eléctricos. En 2019, la industria del transporte representó el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en la Unión Europea, una cifra alarmante que exige un cambio repentino y drástico hacia los vehículos de emisiones ultrabajas y nulas.
Un autobús tradicional produce, de media,1,3 kg de CO2 por kilómetro recorrido. Un autobús eléctrico no produce nada. Por tanto, aunque la producción de vehículos eléctricos sigue teniendo un impacto medioambiental, su huella de carbono es mucho menor.
2. Mejor calidad del aire en nuestras ciudades
No sólo el planeta tiene que beneficiarse de una menor emisión de gases nocivos: con una mejor calidad del aire, también viviríamos más tiempo. De hecho, un estudio realizado en China, donde la adopción de vehículos de cero emisiones avanza a gran velocidad, ha demostrado que los beneficios para la salud debidos a la creciente proporción de vehículos eléctricos superan los beneficios para el clima.
Según los investigadores de la Universidad de Cornell, si algo más de una cuarta parte de los coches privados y una parte ligeramente mayor de los vehículos comerciales fueran eléctricos,la reducción de la contaminación atmosférica podría evitar casi 17.500 muertes en todo el país.
3. Reducción del ruido y mejora del confort de los pasajeros
La gente suele asociar el transporte público con espacios abarrotados, aceras llenas de baches y entornos ruidosos. Esto contribuye a las bajas tasas de adopción, que ya estaban disminuyendo antes de la pandemia y siguen siendo bajas en comparación con el uso del coche privado.
Una forma de aumentar la adopción es hacer que el viaje sea más cómodo para los pasajeros, y los motores eléctricos, al carecer de sistema de escape, son mucho más silenciosos que los vehículos con motor de combustión interna. También tienen menos piezas móviles, son automáticas y tienen un centro de gravedad más bajo, características que hacen que la conducción en ciudad y el arranque constante sean una experiencia mucho más agradable.
4. Menores costes de mantenimiento
Si bien es cierto que las reparaciones son significativamente más caras para los vehículos eléctricos que para los vehículos tradicionales con motor de combustión interna, también es cierto que los vehículos eléctricos suelen requerir menos mantenimiento. Esto se debe a que el corazón palpitante de un autobús eléctrico es su batería, que representa alrededor del 40% del coste total del vehículo y, si se daña, puede ser costosa de reparar o sustituir.
Pero si se carga y se utiliza correctamente, la batería de un vehículo eléctrico puede durar mucho tiempo y es poco probable que tenga que ir regularmente al taller. De hecho, a lo largo de su vida útil, un autobús eléctrico podría ahorrar 125.000 dólares en costes de mantenimiento evitados, según cifras del fabricante de autobuses New Flyer.
5. Menores costes de funcionamiento
En general, y especialmente en los lugares donde las tarifas de los servicios públicos son favorables, la electricidad es mucho más barata que los combustibles fósiles. Esto significa que realizar la misma ruta es más barato con un autobús eléctrico, frente a uno de ICE o de hidrógeno.
Según el fabricante Proterra, los autobuses eléctricos pueden, en un periodo de cinco años, ahorrar hasta 50.000 dólares (49.200 euros) en costes de combustible y mantenimiento. A lo largo de su vida útil, el fabricante New Flyer afirma que los autobuses eléctricos pueden ahorrar unos 400.000 dólares (393.550 euros) en costes de combustible.
6. Menor riesgo geopolítico
Como la reciente guerra en Ucrania y el consiguiente aumento de los precios de los combustibles ha puesto en la mente de todos, los precios de los combustibles fósiles están muy influenciados por los acontecimientos geopolíticos.
Una ventaja indirecta del cambio a los autobuses eléctricos es el precio más estable de la electricidad que, a diferencia de los combustibles fósiles, puede producirse a partir de diferentes fuentes.
Un menor coste medioambiental, mejor calidad del aire en nuestras ciudades y menores costes de funcionamiento: la transición a los autobuses eléctricos debería ser una obviedad. Por supuesto, hay que tener en cuenta algunos retos, pero con la estrategia adecuada los operadores de transporte público pueden tener un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que benefician sus resultados.
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